En esta propuesta artística, el color se convierte en un eje central que interviene y transforma el espacio. A partir del silencio y la luz -elementos fundamentales en el proceso creativo de Pilar- se configura un entorno propicio para la experimentación.

La abstracción del corazón humano, es una imagen recurrente concebida no como un órgano visible, sino como un núcleo simbólico: un centro observante desde el cual habitamos y percibimos. La representación permite explorarla idea de interioridad y presencia en el espacio, cuestionando lo tangible y lo invisible a través del lenguaje del color.